La historia del Adviento

La historia del Adviento

La historia del Adviento
El adviento no pertenecía en sus orígenes a las celebraciones de la Navidad. La palabra Adviento proviene del latín “adventus” que significa venida. Es la traducción del latín de la palabra griega parusía[1], “(…) que se usaba para designar la venida o la llegada de un personaje.”[2] En un principio con este término se denominaba al tiempo de la preparación para la segunda venida de Cristo o parusía y no el nacimiento de Jesús como ahora se conoce. Haciendo referencia a este tiempo, la primitiva Iglesia meditaba sobre los pasajes evangélicos que hablan del fin del mundo, el juicio final y la invitación de Juan el Bautista al arrepentimiento y la penitencia para estar preparados. Afirma Martimort: “El Adviento fue, desde su origen, una institución litúrgica (…)”[3].
No se sabe ciertamente desde cuando se comienza a celebrar. En Roma no se conoce hasta el s. VII.[4]  A pesar de que esta temporada es muy peculiar en las Iglesias de Occidente, su impulso original probablemente vino de las Iglesias Orientales, donde era común, después del Concilio ecuménico de Éfeso en 431, dedicar sermones en los domingos previos a la Navidad con el tema de la Anunciación. En Ravena Italia – un canal de influencia oriental a la iglesia de Occidente – San Pedro Crisóstomo (muerto en 450) daba estas homilías o sermones.
La primera referencia que se tiene a esta temporada es cuando el obispo Perpetuo de Tours (461-490) estableció un ayuno antes de Navidad que comenzaba el 11 de Noviembre (Día de San Martín de Tours). El Concilio de Tours (567) hace mención a la temporada de Adviento. Esta costumbre, a la cuál se le conocía como la Cuaresma de San Martín, se extendió por varias iglesias de Francia por el Concilio de Macón en 581.[5]

[1] A. G. MARTIMORT. A Liturgia e o Tempo: A Igreja em Oração. Vol. 4. p. 94.
[2] Fernando Delgadillo LÓPEZ. El Calendario Cristiano. p. 30.
[3] A. G. MARTIMORT. A Liturgia e o Tempo: A Igreja em Oração. Vol. 4. p. 93.
[4] A. G. MARTIMORT. A Liturgia e o Tempo: A Igreja em Oração. Vol. 4. p. 93.